martes, 13 de marzo de 2018

Ware, la mujer del camarote 10




"Navajas encurtidas en jugo de remolacha con espuma de hierba bisonte y virutas desecadas de romero marino" (79)

Este menú que sirven en el barco de lujo del que Laura (Lo) Blacklock tendrá la oportunidad de disfrutar refleja mejor que nada cómo me he sentido leyendo esta novela. Un texto sin duda policíaco, pero tan cargado de ironía, que resulta difícil tomárselo en serio.

Se trata de un misterio a lo "locked room" de Agatha Christie, y mira que me gustan a mí esos misterios por el desafío que suponen. Pero en este caso me confieso poco interesada por averiguar quién era el asesino (y quién la víctima), porque las desventuras de Lo ocupaban todo el protagonismo. Sí, es un poco histérica, bebe demasiado, es incoherente, inconsistente y no hay quien la entienda, pero eso me gusta de ella. Menos me agrada el exagerado protagonismo que tiene, porque impide que llegues a conocer realmente a todos los demás personajes, de los que no sabes quiénes son y qué quieren, nada que ver con lo que hace Agatha Christie, que descubre unas profundidades ocultas en el ser en apariencia más insignificante.

Se lee bien. Es divertido. Es intrigante. Pero mucho, mucho no se le puede pedir. 3,5

jueves, 8 de marzo de 2018

Roe Una Lista de jaulas



Pese a que la opinión general de esta novela, que es muy, muy, reciente, suele ser buena, también he leído algunas reseñas muy duras. Porque no se puede, si no, yo le pondría un 25. O un 23 al menos.

Es un libro angustioso, y ya desde el principio sabes que vas a sufrir. Sin embargo, no puedes dejar de leerlo. De acuerdo en que hay partes que podrían haberse explotado más, otras en las que se podría haber profundizado. Que no es un libro juvenil estrictamente hablando. Que el papel de los adultos no es demasiado importante -como en las películas de Speilberg, quizá. Pero, ¿qué importa todo eso? 

Es una novela contada por un personaje marginal que te hace replantearte muchas cosas sobre las personas que tienes a tu alrededor. Es un libro sobre la maldad, pero también sobre la bondad. Es un libro sobre la amistad. Y, sobre todo, es un libro en el que hay que llorar. Imprescindible llorar. Así que sacad los pañuelos antes de sentaros a leer.

He tardado menos de 24 horas en acabármelo, por cierto

(Pero es precioso, no os arrepentiréis)

McGee, El piso mil



He leído por ahí en alguna reseña que se trata de un Gossip Girl futurista, y sí, algo en esa línea podría decirse que es El piso mil, excepto que los personajes me han parecido mucho más superficiales, hasta el punto de no haber podido encariñarme realmente con ninguno. Sí, estas aventuras de gente rica cuyos problemas dejan de ser qué fiesta organizo para convertirse en algo mucho más trascendental pueden llegar a interesar, y quizá incluso acceda también a la segunda parte para ver cómo acaba la cosa, pero no ha acabado de engancharme. He leído cosas mejores dentro de esa temática y en este libro no he logrado ver muy bien a dónde prendía llevarnos la autora, lo siento :(

viernes, 2 de marzo de 2018

Bryndza, Te veré bajo el hielo


No me ha gustado nada.
He visto que la autora de otra reseña la ha puntuado con un tres porque, aunque tampoco le había gustado, había leído cosas peores. Yo he leído pocas cosas peores, porque las que son peores, simplemente no las leo y las abandono. Hay mucho bueno e interesante por leer como para perder el tiempo en cosas que no me gustan.
He estado a punto de abandonar esta en varias ocasiones, y si no lo he hecho, bien, la puntuaré con un dos. Pero poco hay en ella que se pueda salvar.
La investigadora principal me es profundamente antipática, pero, más que eso, me parece un personaje absurdo e increíble, que no sé por qué actúa como actúa y al que le suceden cosas que no tienen absolutamente ningún sentido. Igualmente me parecen absurdos los personajes secundarios, un millonario todopoderoso que se limita a llamadas telefónicas amenazantes, y ese jefe de policía que quiere investigar, pero luego no quiere, encarga unas cosas y luego las retira. Por no hablar de los familiares de la víctima: la chica gorda y poco atractiva, que, por supuesto es tan estúpida que parece retrasada mental y el hermano menor que, bueno, no describamos al hermano.
Aún más me sorprende la moralidad de todos los personajes, que en pleno siglo XXI se escandalizan porque una chica practique sexo anal con su pareja, calificándola con ello automáticamente de guarra, siendo así que merece todo tipo de atrocidades que se cometan con ella. No comprendo como un autor, que se declara homosexual, puede defender esa clase de pensamiento para sus personajes.
No me leeré la segunda, por supuesto. Lamento incluso haber leído la primera.

martes, 27 de febrero de 2018

Atwood, El cuento de la criada




Rara vez veo antes la película y después me leo el libro, pero en esta caso me pareció necesario. Quería ver si la literatura me aportaba detalles que en la serie, que me impresionó por su dureza, me faltaban. Y ha sido un error.
Ha sido un error, porque las notables diferencias entre una y otra forma artística de crear, la serie y la novela, en este caso, cómo no, me han hecho disfrutar mucho menos de la lectura.
Por supuesto que la narrativa aporta muchas, muchas cosas que en la serie no están. Los personajes son menos hollywoodienses, es decir, físicamente mucho menos atractivos, hay cosas que en la serie no me quedaban claras y en la novela sí, y he descubierto que Defred no es otra cosa que "de Fred", siendo Fred el amo y señor de la criada (me preguntaba a qué venían esos nombres y no lo pillaba, será que mi cerebro es más obtuso últimamente). Pero me faltan esos múltiples detalles visuales que en la serie crean una angustia que la novela no me genera.
El estilo narrativo de Atwood, candidata al premio Nobel, es magistral. Pero mis condicionantes me han impedido disfrutar de ello. Tengo que leer otra cosa.

domingo, 25 de febrero de 2018

Shusterman, La siega



Es innegable que se trata de una novela de Shusterman, porque la proximidad con Conexión es muy evidente. Al autor le interesa el tema de la muerte y la tolerancia frente a la violencia, sobre todo la violencia institucionalizada, lo cual viniendo de un país como EEUU no es muy de sorprender. A diferencia de otros autores, sin embargo, Shusterman sabe tratar el mismo tema de forma totalmente diferente. Los personajes tienen cierta semejanza a Connor y Risa, pero no son ellos. Los villanos igualmente guardan parecidos, pero no lo son. ha sabido crear un universo futuro distópico alternativo al que él mismo imaginara en su serie anterior, el camino es diferente, aunque el resultado casi el mismo. He disfrutado muchísimo con esta lectura, recomendable al máximo

Yacra, Libros, perros, madres y otros vicios de lunes



Es imposible no sentirse, al menos parcialmente, identificada con esta historia de la cotidianidad familiar, tengas o no tengas perros y madres y te interesen o no los libros.  Mientras trata de escribir un bestseller, la protagonista nos presenta una divertida -y probablemente exageradas- imagen de su familia que resulta entrañable y dejan ganas de más. Sospecho que se trata de un seudónimo, lo que convierte la novela en más interesante aún. Muy recomendable

martes, 20 de febrero de 2018

Gray, Mil lugares donde encontrarte


"La verdad cambia las cosas. Todavía no sé exactamente cómo, pero las cambia" (Gray 2015: 212)

No he sido consciente de que se trataba, en realidad, de una novela de amor hasta que me he leído la sinopsis. Porque en este caso he accedido al libro sólo porque se trataba de Claudia Gray, que me suena como autora afamada de textos juveniles, y sin saber previamente cuál era el argumento.

Se trata de una novela juvenil con trazas de ciencia-ficción, no exactamente distópica, pero muy próxima a ello, en la que encontramos el clásico triángulo amoroso. A diferencias de otros sin embargo, me ha interesado la historia de los mundos inventados, o, quizá sea mejor decir, recreados por Gray, no por lo que ella misma escribe, sino por las múltiples posibilidades que le permite a la imaginación. Además, creo que casi por primera vez la protagonista femenina no me resulta profundamente antipática. Es verdad que las relaciones familiares están descritas con un amor empalagoso y casi irreal, pero es bonito. Iré a por la segunda parte

martes, 13 de febrero de 2018

Giménez-Bartlett, Hombres desnudos



Elegí esta novela porque es de Alicia Giménez-Bartlett, y Giménez-Bartlett siempre es buena. No me impresiona el premio planeta, no siempre coincido con lo que opinan los jurados. Y si es por la sinopsis de la contrapartida, he de confesar que no me hubiera leído el libro.
 ¿"Una novela sobre el presente que estamos viviendo"? Vaya aburrimiento. Como si nuestro presente   nos interesara tanto que queremos verlo novelado.

Por supuesto, Giménez-Bartlett es mucho más que eso. Nunca defrauda. Tampoco aquí. El Premio Planeta hace sospechar que "Hombres desnudos" es mucho más que una novela frívola y que la desnudez de esos hombres protagonistas no es sólo física. Y así es, ciertamente. Peo todavía es más que eso aún.

Giménez-Bartlett nos habla de ese mundo de fantasía que todos tenemos en el que intentamos adaptar la miserable realidad a la que debemos enfrentarnos, y que no nos gusta, a algo mucho mejor. Diferentes versiones de la misma realidad, triste, sórdida a veces, demasiado normal, del montón, otras, que los personajes crean para poder vivir consigo mismo. Se trata de sobrevivir emocionalmente, o de intentarlo al menos, y en ese intento no nos importa quiénes caen derrotados a nuestro paso.

Es una novela atractiva, aunque sus personajes, perdedores de la vida todos ellos, no lo son. O tal vez sí. Imposible decidirlo.

jueves, 8 de febrero de 2018

Randall, los días del halcón





Tras leer la sinopsis en la contrapartida pensé que me encontraría con algo parecido a Ready Player One y me atrajo mucho la idea de leer una nueva novela sobre videojuegos. Una consulta en las opiniones que le daban los lectores de goodreads me reveló que el libro había gustado mucho a la mayoría, pero que en realidad se trataba más bien de una novela histórica ambientada en la Edad Media. Bien, la Edad Media también me gusta, así que adelante con ello. Quizá me encontraría más bien con Los pilares de la Tierra, pero eso no me molestaría.

Sin embargo, al inicio la lectura me decepcionó bastante. Tenía ante mí una novela de casi 700 páginas claramente escrita para un público juvenil, pero que muy, muy juvenil. No estaba acostumbrada a tanto idealismo y tanto ensalzar de grandes virtudes, amistad, lealtad, honradez, valentía, etc. Cuando en las primeras páginas el protagonista es incapaz de hacer daño a otro ser humano para salvar su vida el texto me pareció demasiado edulcorado y poco atractivo. Personajes tan maravillosamente perfectos, tan heroicos, tan dulcísimas, por usar sus mismos adjetivos, las doncellas, que resultaban del todo increíbles.

No sé por qué insistí y me alegro de haberlo hecho. 

Quizá estamos demasiado condicionados por la cultura actual, donde la violencia está a la orden del día, que los valores humanos más destacables no resultan atractivos. Es un libro muy distinto en ese sentido, sí. Pero la historia es apasionante. No sólo la evolución de los protagonistas de mediocres a buenos o de buenos a aún mejores, sino la cantidad de información minuciosa que la autora sabe ofrecer sobre la Edad Media, sin que parezca que nos esté enseñando, y sin que en ningún momento resulte aburrido. Leí con cierta crítica primero, con un ligero interés después, y con ansiedad al final. Y sólo por eso merece ser recomendado. Y merece las cinco estrellas.

Sí, me leeré la segunda parte. Y, si no os convence al principio, insistid, no os arrepentiréis.

sábado, 27 de enero de 2018

Kirk, El método 15/33



"No tenía la más remota idea de lo que me esperaba" (Kirk 2016: 20)

Y no hay nada mejor para describir esta novela. Porque empieza a leer, empieza, que por mucho que pienses que sí, no sabes lo que te espera.

Contrariamente a lo que he leído en otros comentarios no es el personaje principal lo que más me llama la atención. Adolescentes con cierto grado de autismo, pero una inteligencia superior y que despiertan tus simpatías y te conducen hacia la sonrisa cómplice ya me son conocidos como muy tarde desde la serie Atypical. La chica protagonista de esta novela no está obsesionada con los pingüinos ni tiene manías destacables, excepto su afán por el control, tanto de su vida como de sus sentimientos. Sí, es un personaje singular. Sí, resulta extraña su narración en primera persona. Un tanto increíble a veces, un poquito frívola, un poco superficial también. Distinto, sí, porque yo no soy autista (o eso creo),  ni poseo esa clase de inteligencia (de esto estoy segura) y lo que leo me resulta ajeno.

Lo que de verdad convierte a esta novela en un pageturner incapaz de ser olvidado es la increíble capacidad de la autora por transformar una trama que parece una cosa en otra muy distinta. Cuando piensas que ya tienes dominada la novela, cuando crees poder anticipar las posibilidades que ofrece el argumento, pues son muchas las novelas policíacas que has leído ya, de repente algo ocurre que lo cambia absolutamente todo y hace que saltes de tu sillón y todos tus sentidos se encuentren alerta. Y cuando comienzas a tranquilizarte y crees que ya sabes hacia dónde se encamina el nuevo sendero iniciado hay otro salto. El poeta Gottfried Von Strassburg llamó a Wolfram von Eschenbach "Una liebre en la pradera de las palabras", por su forma de saltar de una palabra a otra sin que exista aparente conexión entre ellas. Kirk es una liebre en la pradera de los argumentos, pero al final de cada salto nos espera una jugosa zanahoria.
E incluso aprendes cosas:

"Los problemas existen. Y existen las soluciones" (Kirk 2016: 349)

Genial. Me lo aplico. O lo intento. Gracias.