viernes, 2 de marzo de 2018

Bryndza, Te veré bajo el hielo


No me ha gustado nada.
He visto que la autora de otra reseña la ha puntuado con un tres porque, aunque tampoco le había gustado, había leído cosas peores. Yo he leído pocas cosas peores, porque las que son peores, simplemente no las leo y las abandono. Hay mucho bueno e interesante por leer como para perder el tiempo en cosas que no me gustan.
He estado a punto de abandonar esta en varias ocasiones, y si no lo he hecho, bien, la puntuaré con un dos. Pero poco hay en ella que se pueda salvar.
La investigadora principal me es profundamente antipática, pero, más que eso, me parece un personaje absurdo e increíble, que no sé por qué actúa como actúa y al que le suceden cosas que no tienen absolutamente ningún sentido. Igualmente me parecen absurdos los personajes secundarios, un millonario todopoderoso que se limita a llamadas telefónicas amenazantes, y ese jefe de policía que quiere investigar, pero luego no quiere, encarga unas cosas y luego las retira. Por no hablar de los familiares de la víctima: la chica gorda y poco atractiva, que, por supuesto es tan estúpida que parece retrasada mental y el hermano menor que, bueno, no describamos al hermano.
Aún más me sorprende la moralidad de todos los personajes, que en pleno siglo XXI se escandalizan porque una chica practique sexo anal con su pareja, calificándola con ello automáticamente de guarra, siendo así que merece todo tipo de atrocidades que se cometan con ella. No comprendo como un autor, que se declara homosexual, puede defender esa clase de pensamiento para sus personajes.
No me leeré la segunda, por supuesto. Lamento incluso haber leído la primera.

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